sábado, 30 de septiembre de 2023

MÁS CERCA DEL CIELO

 


FRAY EMILIO GARCÍA OP


       Fray Emilio Bautista García Álvarez nació el 16 de octubre de 1942 en Sueros de Cepeda (León), profesó en la Orden de Predicadores el 1 de octubre de 1959 y fue ordenado presbítero el 19 de marzo de 1967.

Hombre muy estudioso, logró licenciaturas en Ciencias de la Educación,   Filosofía, Teología; diplomaturas en Liturgia, Antropología y Lengua Francesa; además de gran conocedor de la historia de la Iglesia. Lo cual le llevó a tener una larga actividad docente en varias Escuelas y Centros.

En sus últimos años, ha sido el superior de la Comunidad de Dominicos de Sevilla. Y si bien (desde 2016) su residencia era en el Convento de Santo Tomás, a Fray Emilio lo hemos podido escuchar y disfrutar también, en cercanía, muy habitualmente, en la Parroquia de San Jacinto.

Para mí, sus celebraciones tenían siempre un “toque especial”: además de sus valiosas homilías con un talante reflexivo, sabía hacer de la Celebración de la Eucaristía todo un SIGNO SACRAMENTAL (¡se le notaban sus conocimientos de Liturgia!), cuidando los signos litúrgicos y siempre consagrando para la Comunidad celebrante, no sólo para él (que en otras ocasiones vemos), haciendo de la “Co-munión” todo un Sacramento (signo visible); algo a lo que yo le doy bastante importancia.

 

Pero es que, a sus 81 años, aún estaba muy lleno de energía para ser favorecedor de que en la Iglesia vayamos recuperando la interioridad.

 

En fin, este fraile mantenía un espíritu abierto, dispuesto al diálogo… ¡Cuántas lecciones nos deja para aprehender!

 

Gracias, fray Emilio. Fue un gusto y un honor haberle conocido. Descanse en Paz.

 

Y le dedico uno de mis poemas:

 

De estar tan cerca del Cielo

te has manchado de arco-iris.

De estar tan cerca del Cielo

te has cargado de alegrías.

 

De estar tan cerca del Cielo

te has llenado de esperanzas.

De estar tan cerca del Padre

eres como nube clara:

llevas paz entre tus manos.

De estar tan cerca del Cielo

te has manchado de arco-iris.

De estar tan cerca del Cielo

te has vuelto un hombre de bien.

 

De estar tan cerca del Cielo

te has hecho luz y colores.

De estar tan cerca del Hijo

brillas como un gran lucero:

tienes ganas de Justicia.

 

De estar tan cerca del Cielo

te has manchado de arco-iris.

De estar tan cerca del Cielo

te has contagiado de amores.

De estar tan cerca del Cielo

te has hecho un comprometido.

De estar tan cerca del más Santo

luces como los todos colores:

sabes de fraternidades.

 

De estar tan cerca del Cielo

te has manchado de arco-iris.

De estar tan cerca del Cielo

nos aportas Paz y Amor,

nos regalas la Alegría,

nos acercas a lo Eterno.

De estar tan cerca de Dios

traes el Cielo hasta nosotros:

llenas el mundo de Vida.

 

                      José-María Fedriani 


sábado, 23 de septiembre de 2023

RESPUESTA A UN COMPROMISO HISTÓRICO

SAN JACINTO Y…

UN ACUERDO CUMPLIDO

Conocido es, por un sinnúmero de personas, que la iglesia de San Jacinto de Sevilla es un templo católico que se encuentra situado en pleno barrio de Triana. Y también que dicha parroquia está rodeada de polémicas desde hace décadas, por su relación no siempre armónica con las hermandades o hasta por el cuidado y conservación del ficus que tantos problemas ha acarreado desde hace ya varios años.

                   

Pero lo que no todo el mundo sabe es: que este templo se construyó en el lugar donde anteriormente estuvo la ermita de la Candelaria (perteneciente a un antiguo hospital). Posteriormente, ya en el año 1679, los frailes dominicos vinieron a establecer aquí su convento, bajo la advocación de San Jacinto.

                       
Desde ahí, se pueden señalar unas circunstancias históricas que han concurrido en San Jacinto: la Hermandad originaria de la Candelaria, cede los terrenos de su ermita y hospital a la Orden de Predicadores (Dominicos) por su llegada a Triana.

                     
Así es que la edificación inicial de San Jacinto se llevó a cabo a primeros del siglo XVII, gracias al patronazgo de don Baltasar Brun de Cervera, donde existía aquella ermita de la Candelaria. Los Dominicos, interesados en establecerse en Triana, se pusieron en contacto con la Hermandad de la Candelaria (propietaria de la ermita), con la que llegó al acuerdo de la nueva edificación en 1651, con  la  condición de que el nuevo templo ostentara el nombre de Nuestra Señora de la Candelaria y de que su  imagen debería  ocupar lugar preferente  en  el  altar mayor, respetándole  los cultos de su advocación.
                                                                                                 

Finalizadas las  obras, se celebró la  primera función el 29 de enero de 1676, quedando consagrado la iglesia bajo la advocación de nuestra Señora de la Candelaria; aunque luego tomó el nombre de San Jacinto, tal como era el deseo de Baltasar Brun de Cervera, relegando, y a veces olvidando, lo anteriormente acordado.                                            

Posteriormente, el templo se desplomó en mayo de 1730, tras unas inundaciones; por lo que hubo de levantarlo de nuevo, siguiendo el diseño del arquitecto Matías José de Figueroa, quedando inaugurado el día 29 de enero de 1775.

 

Y en febrero de 1810, las tropas de Napoleón tomaron Triana. Ahí el convento fue exclaustrado por los franceses, dedicando el convento a cuartel y almacén de avituallamiento.

                
Una vez desaparecida la invasión napoleónica, en 1813 vuelven los frailes dominicos al convento. Aunque en 1835, con la Desamortización de Mendizábal, queda suprimida la orden, y el convento exclaustrado y en total abandono. 

Sólo décadas después (ya en 1860), la Orden de los  Predicadores, empieza reorganizarse, aunque la  vuelta no se produce hasta el año de 1907. Entre otras cosas porque al gran convento con hermoso claustro ya le habían dado otra utilidad, teniendo que construir un nuevo convento junto al templo.

 

Y es en 1966 que el cardenal arzobispo José María Bueno Monreal le otorgaría a esta iglesia el rango de parroquia. Fecha a  partir de la cual, las Hermandades allí existentes se plantean la necesidad de buscar una nueva ubicación.

 

Ahora es una parroquia renovada que vive su fe en Comunidad, como Pueblo de Dios; también con las puertas abiertas y los corazones siempre dispuestos a llenarlos de nombres. 

Y, en esa actitud de querer la armonía, es que ahora recupera para su retablo mayor la imagen de la Virgen de la Candelaria, recién restaurada que sonríe a feligreses y cuantos  paseantes la vengan a visitar.


 ES SAN JACINTO... ¡ Y UN ACUERDO 
POR FIN CUMPLIDO!

lunes, 3 de julio de 2023

PALABRAS CLAVES PARA CREYENTES

 

LA IMPRESCINDIBLE ACTITUD

 

Aún en mejor de los casos de tener LA APTITUD para poder ANUNCIAR LA BUENA NUEVA, tantas veces nos hace falta tener la ACTITUD adecuada para hacerlo.

          

En principio, habría que suponer que todos quienes hemos conocido el Mensaje del Evangelio, quienes formamos la Iglesia, el Pueblo de Dios, estamos capacitados para amar sin fronteras; pues sabemos que todos los seres humanos somos hijos del mismo Padre-Dios.

                

Admitiendo esto, hemos de considerar que toda la comunidad cristiana está APTA, tiene la necesaria APTITUD para ACOGER a toda persona que llega a nosotros buscando ser aceptada y acogida… ¿cierto?

 

Pero luego viene la segunda parte: ¿cuál es nuestra ACTITUD?, ¿estamos dispuestos a abrir las “puertas” de nuestros grupos, de nuestras ocupaciones y de nuestras agendas personales…, para dedicarnos a atender a esas personas que vienen a “desestabilizar” nuestras “áreas de confort” también en nuestras actividades más espirituales?

       

Claro que, acaso, si nuestra disposición no está claramente abierta a responder positivamente a estrechar la mano del hermano que nos pide  la acogida…, ¿tendríamos que replantearnos si, verdaderamente, hemos aprehendido el Mensaje de Amor solidario que nos plantea el Evangelio?

               

Ante todo, la enseñanza que brota de la fe es: dar razón de nuestra Esperanza.

                       

Dar razón de nuestra esperanza es VIVIR SABIENDO QUE TODOS SOMOS HERMANOS: que Dios nos quiere felices COMPARTIENDO VIDA CON TODOS.

            

                                                                               JMF

domingo, 4 de junio de 2023

CASI UN DEBER...

                                


     LA ALEGRÍA DE VIVIR

                                                                                 

Fundamentalmente creo que tenemos dos maneras de arrostrar nuestra vida: siendo felices o sufriendo nuestra existencia con amargura y resentimiento…

Yo pienso (lo creo firmemente) que desde que nuestros padres nos llamaron a la vida, lo hicieron con la intención de que seamos felices.                                                             

Y al pensar en nuestros padres biológicos, creo que también esa fue la intención de nuestro Padre Dios, primordial dador y generador de la Vida.

             

A veces, nos encontramos con personas que piensan que “hemos venido al mundo para sufrir” o incluso que a Dios le puede agradar que tengamos una vida de penar, de un “auto castigarnos” constantemente… ¿Qué sentido tiene?                                         

Una cosa será sacrificarnos por alguna causa noble, entregarnos esforzadamente por algo que “merezca la pena”; porque no todo logro se consigue tan fácilmente… Pero eso es bien distinto a buscar el “sufrimiento” sin causa justificada.

 

Jesucristo también aceptó el padecimiento y en sufrimiento (hasta lo indefinible) por amor… Pero no por ello (me niego a creerlo) maldijo, en ningún momento, el don de haber recibido la vida humana. 

Y el Padre-Dios, siempre compasivo y misericordioso, pero también cargado de amor por todas sus criaturas, lo que deseó siempre es la salvación de cada uno de sus hijos ¡y por eso envió a su Hijo a la Tierra, aún arriesgando que los “poderes injustos” establecidos lo llevasen a morir ¡y de la manera más cruenta: clavado en la cruz!              

Si toda madre, todo padre, siendo humanos (con un amor limitado, por nuestra “deficiencia innata” de un cierto epicureísmo o hedonismo) nos complace ver felices a nuestras hijas e hijos (aún siendo conscientes de que no van a lograr fácilmente todas sus metas)…                                              

¿Cómo no suponer que el Dios de la Vida, nuestro Padre primero, ha de desear y esperar que vivamos siendo felices… ¡cada día de nuestra existencia!?

              

Por eso, de verdad lo creo, ¡tenemos la obligación de ser (de buscar serlo) felices!, manteniendo siempre, permanentemente ¡la alegría de vivir!                                    JMF

sábado, 27 de mayo de 2023

PIES EN TIERRA Y ESPÍRITU ELEVADO


¿CÓMO SERÁ EL CIELO?

 
                                      

Lejos te tener certezas, sí que, a veces, en ocasiones especiales… ¡sentimos en lo más íntimo como que estamos saboreando la experiencia de eternidad!

 

Hay momentos, ocasiones experienciales en las que cerrando los ojos..., podríamos preguntarnos si es que ¿estamos ya en el cielo?                             

                                 

Sí, creo que muchos hemos tenido vivencias de “cercanía” a lo divino: Acaso en algunas celebraciones, en comunidad, que nos llevan al cielo en la tierra; con los pies abajo, pero con el espíritu bien alto... Y, el corazón nos pide rebosar de gozo ¡dando gracias al Dios de la Vida!                     

Pero, también hay otro tipo de celebraciones... (ajenas a la liturgia) que nos llevan, tan ciertamente como nos puede llevar una oración contemplativa y de cabal adoración a percibir esa inexplicable sensación de vida presente y eterna: ¡Cielo y tierra... aunados!               

La vivencia de esta noche, con la ayuda del Coro A  Cappella Choir and Brass Ensemble, de Carolina del Norte, y del Coro Joven de Tomares, nos han hecho comprender, certeramente, que la música ayuda a establecer puentes y a unir culturas... Pero también a sentir que, aun estando rodeados de mil problemas que necesitan solución, también podemos tocar con las manos del alma un pedazo de ese “estar”, de ese percibir ¡cómo será el Cielo!

                                                                         JMF